Ética y toma de decisiones

Presentación de la unidad 3

El proceso administrativo está integrado por cuatro etapas (planeación, organización, dirección y control) se rigen por una serie de valores que proporcionan el sustento ético, permiten orientar la conducta del administrador para influir en el bienestar de la sociedad.

La ética influye en todos los procesos administrativos, desde la toma de decisiones en el ámbito organizacional hasta la vinculación de la ética en los procesos administrativos, a través del uso de un modelo de solución de problemas.

Si bien los procedimientos administrativos se rigen por una serie de normas establecidas y por acuerdos dentro y fuera de las empresas, quienes las ponen en práctica son personas que toman decisiones bajo una serie de valores éticos, sentimientos, cualidades y principios, que no necesariamente concuerdan con lo que se requiere o se busca a nivel sujeto-grupo o sociedad. Abordar la ética desde el proceso de toma de decisiones permitirá visualizar dilemas tomando en cuenta los principios, considerando la racionalidad ética junto a la racionalidad instrumental.

En el curso de desarrollo humano viste lo que significa ética y moral, realizaste un ejercicio para emitir un juicio moral argumentado, en ciertos ejemplos de la vida cotidiana. Tuviste oportunidad de conocer que para la toma de decisiones existen una serie de pasos llamados proceso de toma de decisiones. En esta materia, verás la importancia de aplicar la racionalidad ética en el proceso de toma de decisiones; conocerás las fases del proceso de toma de decisiones en el ámbito organizacional y estudiarás el lugar de la ética en la toma de decisiones.

Para poder tomar decisiones incorporando una racionalidad ética, será necesario que conozcas normas éticas que algunas veces se olvidan en la toma de decisiones. En particular, analizarás cualidades éticas para mejorar los procesos de toma de decisiones en el trabajo. Con los temas revisados en esta unidad y las anteriores, serás capaz de analizar y dar solución a problemas administrativos que se te presenten, a través de los pasos del proceso de toma de decisiones, incluyendo las cualidades y virtudes éticas necesarias.

Ética en las organizaciones

El comportamiento ético en una organización, representa la base moral de su actuación, el sustento de valores que valida sus acciones, y el trasfondo que imprime sentido y cohesión a su quehacer.

El trabajo en las organizaciones constituye una acción para hacer o producir algo. La racionalidad de hacer cosas o lo que se conoce como racionalidad técnica, mira los resultados de la acción, sin considerar quién la realiza.

Una racionalidad cuya valoración dependerá exclusivamente de la utilidad perseguida y lograda por la acción es calificada como instrumental (o de los medios). La racionalidad instrumental se desprende principalmente de la teoría weberiana, parte de la premisa de que "el fin justifica los medios", busca optimizar los medios de producción, rentabilidad económica mediante el cálculo y planeación de una acción. Es una visión pragmática de la realidad, busca controlar todas las variables a beneficio propio, busca dominar la naturaleza y a los hombres.

Esta racionalidad pertenece al campo de lo científico-técnico, porque analiza racionalmente los medios para lograr un resultado observable, cuantificable y tangible, que queda fuera de quien lo realiza, son resultados que pueden ser medidos y descritos. En la racionalidad instrumental, se busca cumplir un objetivo establecido, potencializar los resultados mediante el uso racional de recursos humanos, materiales, técnicos y financieros. Desde esta perspectiva es eficaz si se logran los resultados previstos con los medios dados, lo que deja afuera al sujeto que realiza la acción, es decir, la decisión podría ser tomada por una computadora.

Por su parte en la racionalidad ética se toman decisiones usando una racionalidad humana, se reflexiona en torno a decisiones o acciones ejecutadas en una empresa, tanto de manera individual como colectiva. Se toma en cuenta la complejidad de factores que influyen en un proceso administrativo y en sus diferentes etapas, tanto de tipo económico como social. En la actualidad ya se habla de empresas éticamente responsables que toman en cuenta la sustentabilidad ambiental.

Sin embargo, numerosas teorías acerca del comportamiento humano en las organizaciones siguen ancladas a una concepción mecánica del trabajo profesional, la racionalidad no puede reducirse a lo técnico, ni a lo instrumental. Mientras no sea revisada la concepción de la racionalidad humana en el mundo de las organizaciones, las decisiones que tomen serán aparentemente neutrales en términos éticos, lo cual se llega a considerar una falacia. Cada decisión humana tiene connotaciones éticas.

Ejemplo de racionalidad instrumental
Cuando una buena falsificación de un billete es aquélla que está bien hecha, estamos haciendo uso de la racionalidad instrumental, en tanto que el objetivo es hacer una buena falsificación, juzgamos si técnicamente la falsificación es buena. En términos éticos podemos juzgar si la acción de falsificar billetes es “buena” o no para el que lo hace y para la sociedad.

Al juzgar la dimensión ética, no basta mirar el resultado de la acción, hay que mirar también la acción y al objeto de la acción, no es lo mismo hacer billetes falsos para ser utilizados en una película, que para una estafa, aparentemente el juico técnico es independiente del ético, pero no es así, están sustancialmente unidos por una acción que es única. Cabe distinguir los juicios pero no separarlos, es decir, la misma acción puede ser juzgada desde el ámbito racional exclusivamente, pero olvidar la racionalidad ética en esa misma acción sería prescindir de una dimensión de la realidad que está ahí. La ética forma parte de la lógica de la acción humana y olvidarla sería reducir a la persona a la condición de máquina pensante.

Ética en los negocios

La ética en los negocios es un estudio especializado de lo que moralmente es correcto e incorrecto. Se concentra en los estándares morales al ser aplicados a las instituciones, organizaciones y el comportamiento en los negocios.

Existen diversos grupos en la sociedad que tienen fines comunes y su estructura de organización es diferente, son llamadas normalmente “instituciones” (Velázquez, 2006).

Instituciones:
Familiares
Económicas
Legales (quizá las de mayor influencia dentro de la sociedad).

Las organizaciones de negocios son instituciones principalmente económicas mediante las cuales las personas de la sociedad moderna realizan las tareas de producir-distribuir bienes y servicios. Las organizaciones proporcionan las estructuras fundamentales y dentro de ellas, los miembros de la sociedad combinan sus escasos recursos: tierra, trabajo y capital, para convertirlos en bienes utilizados y proporcionan los canales por los que estos bienes se reparten en forma de productos para el consumidor, salarios de empleados, rendimiento para los inversionistas e impuestos para el gobierno, esto generalmente es un negocio.

La ética en los negocios es el estudio de los estándares morales y cómo se aplican a los sistemas y organizaciones sociales, para lograr tener una perspectiva acerca de lo que es correcto en esa variedad de instituciones, tecnologías, transacciones, actividades que se realizan dentro de los negocios.

La ética trata del estudio filosófico de la acción y conducta humana, con esto se refiere a que examina los estándares morales personales o los estándares morales de la sociedad.

La ética en los negocios es una forma de ética aplicada. No sólo incluye el análisis de las normas y valores morales, sino que también intenta aplicar la conclusión de este análisis a esa variedad de instituciones, organizaciones, actividades y metas que se llaman negocios.

Ejemplo, las ventajas de una central hidroeléctrica sólo se puede obtener si se inunda el valle por el que corre el río y son desplazados los residentes del mismo”. La ética ha de cuestionarse ¿Cómo se alcanza el equilibrio entre los rendimientos económicos y sociales?

◣Fines comunes
Ética: un estudio filosófico ► ética en los negocios
◤Instituciones

Un análisis de la ética en los negocios debe comenzar por proporcionar un marco de trabajo de los principios básicos para entender qué significan los términos "bueno y correcto"; sólo así se da un análisis productivo sobre las implicaciones que tiene el mundo de los negocios.

Es importante dejar en claro que una sociedad se basa en personas que tienen fines comunes y que sus actividades se organizan por medio de un sistema de instituciones diseñadas para lograr dichos fines. Otro fin común es establecer y proteger la vida familiar; producir y distribuir materiales de los que depende la vida humana; organizar los medios para la toma de decisiones colectivas, y preservar los valores. Los miembros de una sociedad logran lo mencionado anteriormente creando instituciones como las familiares, económicas, legales, políticas y educativas (Velázquez, 2006).

En la vida de los negocios se presenta a menudo un conflicto entre el rendimiento o resultados económicos y lo que se denomina rendimiento social. Las empresas, por un lado, tienen que ser rentables, de lo contrario no podrían sobrevivir, pero por otro lado no se pueden olvidar de reconocer las obligaciones que tiene con sus propios trabajadores, clientes, proveedores y público en general. Esto es el rendimiento social, pero la esencia del dilema ético en los negocios, es que en ocasiones las mejoras en el rendimiento económico, sólo se logra a expensas de uno o más de los grupos del rendimiento social.

Cuando se enfrenta el hecho de que diferentes culturas tienen diversos estándares morales, los administradores de algunas multinacionales han adoptado la teoría del relativismo ético. Debido a que diferentes sociedades tienen distintas creencias éticas, no existe una manera racional de determinar si una acción es moralmente correcta o incorrecta, no existen estándares éticos que sean absolutamente verdaderos y que deban aplicarse a las compañías y a las personas de todas las sociedades. Esta teoría sostiene que algo es correcto para las personas y las compañías en una sociedad específica si está de acuerdo con sus estándares morales y es incorrecto si los viola.

Recuerda…  Una organización es un sistema en donde concurren diversos recursos: humanos, financieros, económicos, culturales y tecnológicos para existir. El primer punto converge de manera importante en el crecimiento de ésta a través del tiempo y los cambios en el mercado con los factores económicos de que toda organización es parte, inflación, globalización, movimientos sociales, etcétera.

Revisaste los principios básicos de la ética en los negocios. A través de las diferentes teorías, se ha recogido algunos otros globales:


Principio
Descripción
Inspira confianza Los clientes quieren hacer negocios con empresas en las cuales pueden confiar. Cuando la confianza está en la cultura de una compañía, es una garantía de su carácter, habilidades, fuerzas y honestidad.
Mantiene una mente abierta Para la mejora continua de una compañía, su líder debe estar abierto a nuevas ideas. Él debe siempre pedir la opinión y las ideas de sus clientes y su equipo para que la organización continúe creciendo.
Cumple con sus obligaciones Independientemente de las circunstancias, es necesario hacer todo lo que esté al alcance para ganar la confianza de los clientes, especialmente si hubo algún problema en un proyecto o negociación anterior. Recupera los negocios perdidos honorando todos sus compromisos y obligaciones.
Tener documentos claros Requiere evaluar el material de la empresa, incluyendo publicidad, folletos y documentos externos de negocios, garantizando que sean claros, precisos y profesionales. Y lo más importante, garantizar que no lleven a interpretaciones incorrectas.
Involucrarse con la comunidad  Mantenerse involucrado con temas y actividades relacionadas a la comunidad, mostrando que el negocio contribuye responsablemente con ella.
Tener un buen control contable Tener un control práctico de la contabilidad y de los registros de la empresa, no solamente para conocer mejor el progreso de la compañía, sino también como recurso para prevenir actividades cuestionables.
Ser respetuoso Tratar a los otros con todo respeto, independientemente de las diferencias, posiciones, títulos, edad u otros tipos de distinciones, siempre tener una postura profesional, respetuosa y cordial.

La ética de los negocios suele aparecer, en la prensa, como abusos, escándalos financieros y contables, estafas, catástrofes industriales y ambientales; de igual manera se relaciona con daños a consumidores, trabajadores, inversionistas, gobiernos, medio ambiente, etcétera. Sin embargo, se vive en un mundo de empresas. Las grandes multinacionales tienen tanto poder como muchos Estados y es cierto. La mayoría de las personas participan voluntariamente en intercambios de mercado que permiten una vida confortable y segura, debido en gran medida a las empresas privadas, grandes y pequeñas, que, en el marco legal del mercado, generan innovación, riqueza, bienes, servicios, empleos, salarios e impuestos.

La ética de los negocios es el intento de someter a crítica estas instituciones omnipresentes, cuyos propietarios, directivos u órganos de dirección ejercen un inmenso poder de dudosa legitimidad. A raíz de una serie de escándalos en el ámbito empresarial, cuyo origen se detectaba fácilmente en “una importante falta de valores éticos”, lo que provocó o influyó en el hundimiento de empresas emblemáticas, como Enron y Global Crossing en EUA, así como otras en Europa: Vivendi y BBVA, siendo de diversa índole éstos, pero teniendo como denominador común, la falta de transparencia en los procesos de gestión empresarial y la falta de entendimiento y práctica de la ética reducida a un punto de vista superficial, estético u ornamental.

La ética es un tópico recurrente dentro de la organización. Empieza desde la integridad del sujeto, conociendo las normas morales de que es parte y de las cuales interactúa para un bien común; implicando una idea de mejora continua en lo profesional y organizacional, basándose en una comunicación ilimitada para el logro de objetivos mediante la libertad y la creatividad de un pensamiento honesto.

El enfoque basado en la ética personal de los directivos y sus dilemas morales, ha cedido el paso a un enfoque basado en la organización y sus retos como miembro legítimo de la sociedad. Así, el término “responsabilidad social empresarial" sirve de referencia para la reflexión ética sobre qué es una organización con ánimo de lucro y cómo debe relacionarse con la sociedad. Indirectamente, esta noción puede servir para definir qué obligaciones morales corresponden a directivos, empleados, clientes, consumidores, gobiernos y actores que forman o se relacionan con las empresas.

Toma nota…
La ética es importante tanto en la vida personal del profesional como principio moral dentro de la organización, ya que dependerá de ésta si éste obtiene una satisfacción consigo mismo y no una especulación de su comportamiento que afecte la integridad de la entidad en la revelación oportuna de sus operaciones, promoción de decisiones y comunicación para una mejora continua, que beneficie a todo su entorno para que el resultado o fin sea de calidad y suficiente que transmita la eficacia y eficiencia de lo que es parte y de quien realiza el servicio. Otro de sus beneficios es que repercuten en la competitividad, la confianza y el servicio los cuales radican en la satisfacción de necesidades y expectativas del ser humano como miembro de la comunidad a la que la empresa o negocio sirve y pertenece.

Sobre el utilitarismo

Es una teoría teleológica (estudio de los fines o propósitos de algún objeto o ser), el nombre se lo dio a esta escuela el británico Jeremy Bentham (1748-1832). Esta teoría juzga la bondad o maldad de una acción con base en los resultados que tiene para la sociedad. Un acto o decisión es recto si resulta en beneficio de las personas; y, por el contrario, malo si los daña. El objetivo del utilitarismo es crear el mayor grado de beneficios para el mayor número de personas y reducir el daño que pueda causar. No solamente se habla de beneficios materiales, también se encuentra la amistad, cultura, salud entre otras satisfacciones de la vida. En la búsqueda de esos beneficios, en algunas ocasiones se crean costes como: dolor, enfermedad, soledad, etc,. que deben ser considerados. Lo que importa es el resultado. La ética consiste en asumirlo de tal manera que se someta a su logro todo el comportamiento.

“El mayor bien para el mayor número con el menor coste”.

Es algo bueno procurar el bien de los demás, sin embargo, el utilitarismo como filosofía de vocación universalista, presenta un flanco débil ante algunas objeciones: El sentido común universal dice que hay cosas que no se pueden hacer por más útiles que fueran. Se puede aportar como ejemplo el que ofrece Dostoievsky en su novela Los hermanos Karamazov. Allí toda la raza humana dependería del sacrificio de una sola persona, del sacrificio de un niño completamente inocente que habría de ser torturado hasta la muerte. Todos piensan que nadie debería aceptar como ético este intercambio y, sin embargo, su utilidad sería máxima.

El problema del utilitarismo es que puede implicar la idea de que “el fin justifica los medios”, si cualquier fin valedero puede justificar los medios para alcanzarlo, no se tiene un verdadero fundamento ético. Se sabe que el fin no justifica los medios. Si fuera así, entonces Hitler podría justificar el holocausto porque el fin era purificar la raza humana. Stalin podría justificar la matanza de millones de personas porque estaba intentando lograr una utopía comunista.

El fin nunca justificará los medios. Éstos deben justificarse a sí mismos. Una acción específica no puede ser juzgada como buena simplemente porque puede conducir a una buena consecuencia. Los medios deben ser juzgados por alguna norma objetiva y con consistencia moral.

En las organizaciones, los administradores y gerentes usan una forma de utilitarismo en sus decisiones diarias. Toman muchas decisiones no morales cada día basadas en las consecuencias. Por ejemplo: el despido de trabajadores para reducir costos y no cerrar la empresa; o no pagar impuestos para obtener mayor utilidad.

La mayoría de nuestras decisiones financieras (librar cheques, comprar mercadería, etcétera) se toman según un cálculo utilitario de costos y beneficios. Así que tomar decisiones morales usando el utilitarismo parece una extensión natural de los procedimientos de toma de decisiones diarias en la organización. Sin embargo, no se debe perder de vista como ya se ha dejado de manifiesto, que éticamente no se pueda obtener un resultado que sea beneficioso para todos, si se tienen que utilizar medios equivocados quebrantando con ello una normal moral.

Una crítica al utilitarismo es que no se puede medir con valores monetarios todos los costos beneficios.

Por ejemplo, cuando un individuo pone un límite en lo que está dispuesto a pagar para reducir el riesgo que presenta algún suceso en su vida, está poniendo un precio implícito a su propia vida. Supóngase que está dispuesto a pagar cierta cantidad de dinero por seguridad que reducirá la probabilidad de que muera en un accidente, pero no está dispuesto a pagar más de la cantidad a la que le puso límite. Por tanto, se puede decir que su vida vale la cantidad de dinero que está dispuesto a pagar. El utilitarismo sostiene que es inevitable y necesario hacer este tipo de valuación, mientras se continúe viviendo en un entorno en el que los riesgos de la salud y la vida disminuyen con renunciar a otras cosas que se quieran y que tienen un precio claro.

La principal dificultad del utilitarismo con la ética es que es incapaz de manejar dos aspectos morales como son: los derechos y la justicia, ya que el principio utilitario implica que ciertas acciones son moralmente correctas cuando de hecho son injustas o violan los derechos de las personas.

Ejemplos de los conflictos entre el utilitarismo y la ética

Imagina que un familiar cercano tiene una enfermedad incurable que le ocasiona agonía, generándole sufrimiento y dolor, a pesar de ello no quiere morir. Se encuentra hospitalizado y los diagnósticos médicos indican que morirá dentro de un año si se le mantiene con vida. Tú como su único familiar que le sobrevive sabes que al morir, heredarás un negocio con altos rendimientos y un futuro económico, lo cual señala que tu vida económica será holgada y sin preocupaciones. Tienes en tus manos la opción de poder acortar el tiempo de agonía realizándolo con mucha discreción, sin que se te culpe y mucho menos que esta prometedora herencia se vea afectada. Si se siguiera al utilitarismo, tendrías entonces la obligación moral de hacerlo, ya que al reducirle el tiempo de agonía a tu familiar no sólo estás ganando felicidad y tranquilidad sino que también le quitas el sufrimiento y dolor. La ganancia en el sentido de utilidad es obvia. Sin embargo es claro que el homicidio sería una violación fuerte a su derecho a la vida.

Como revisas en el ejemplo anterior, el utilitarismo condujo a la aprobación de un acto de homicidio que es una violación grave al derecho individual más importante: el derecho a la vida.

Otro ejemplo sería al aplicarse en la justicia social:
En una hipotética situación en la que los salarios de subsistencia obligan a un pequeño grupo de trabajadores inmigrantes a continuar con los trabajos agrícolas más indeseables en una economía, pero que producen grandes cantidades de satisfacción a la sociedad, porque disfrutan de verduras a buen precio y ayudan a su economía a ahorrar dinero con el que pueden satisfacer otros deseos. Considera que la cantidad de satisfacción de la sociedad en general es mayor que la infelicidad del pequeño grupo de trabajadores, entonces, de acuerdo con el utilitarismo, sería moralmente correcto continuar con el mismo sistema de salarios de subsistencia para los trabajadores. Sin embargo, en un sistema social que impone desigualdad en las cargas es claramente inmoral y un agravio contra la justicia social.

Con esos dos ejemplos te puedes dar cuenta que el utilitarismo ignora aspectos importantes de la ética. Consideraciones de justicia (que observa cómo se distribuyen los beneficios y las cargas entre las personas) y derechos (que se observa el privilegio de los individuos por la libertad de elección y bienestar) parecen ignorarse en el análisis, que ve sólo los costos y los beneficios de las decisiones.

Aspectos importantes de la ética:
Consideraciones de justicia.- Observa cómo se distribuyen los beneficios y las cargas entra las personas.
Derechos.- Observa el privilegio de los individuos por la libertad de elección y bienestar.

Para evitar que se presente ese tipo de análisis, el utilitarismo presenta una versión alternativa que se conoce como regla utilitaria y se refiere a limitar el análisis utilitario a las evaluaciones de las reglas morales. De acuerdo con la regla, cuando se trata de determinar si una acción dada es ética, no se debe preguntar si la acción producirá la mayor cantidad de utilidad, si no, preguntar si la acción implica la violación de una regla moral o código ético, que todos deben seguir. El siguiente ejemplo retomado de Velásquez (2006) te será de gran ayuda:

Respecto a si es ético para mí fijar precios con un competidor: según la regla utilitaria, no debo preguntar si esta instancia específica de fijar precios producirá más utilidad que cualquier otra cosa que pueda hacer. En lugar de eso, debo primero preguntarme, ¿cuál es la acción o acciones correctas respecto a fijar precios? Quizá concluya, después de reflexionar, que la siguiente lista de reglas incluye a todos los candidatos:

Los administradores nunca deben reunirse con los competidores para fijar precios.
Los administradores siempre deben reunirse con los competidores para fijar precios.
Los administradores pueden reunirse con los competidores para fijar precios cuando están perdiendo dinero.

¿Cuál de estas reglas implica una acción correcta desde el punto de vista utilitario? La regla moral correcta es la que producirá la mayor cantidad de utilidad para todos los afectados. Suponga que después de analizar los efectos económicos de fijar precios, concluyó que dentro de la economía y circunstancias sociales las personas se beneficiarán mucho más si todos siguen la regla 1, que si todos siguen las reglas 2 ó 3. Si esto es cierto, entonces, la regla 1 es la regla moral correcta respecto a fijar precios. Ahora que sé cuál es la regla moral correcta para fijar precios, puedo hacer otra pregunta: ¿debo participar en esta acción específica de fijar precios? Para responderla, sólo debo preguntar, ¿qué requieren las reglas morales? Como ya se observó, la regla correcta es nunca fijar los precios. En consecuencia, aun cuando en esta ocasión en particular fijar los precios generará más utilidad que no hacerlo, estoy obligado éticamente a no hacerlo porque así lo requieren las reglas con las que todos en mi sociedad obtienen mayores beneficios.
La teoría de la regla utilitaria tiene dos partes que se resumen en los dos principios siguientes:
1. Una acción es correcta desde el punto de vista ético si y sólo si la acción requiere reglas morales que son correctas.
2. Una regla moral es correcta si la suma total de las utilidades producidas, cuando todos siguen la regla, es mayor que la suma total de las utilidades producidas si todos siguieran una regla alternativa.

Como se ha visto hasta ahora, dentro de un negocio o empresa, la toma de decisiones con base en el costo-beneficio como lo plantea el utilitarismo no es tan sencillo y se requiere de la intervención de la ética para evitar que se pisoteen los derechos del hombre, así como la justicia social entre otros valores. Si te das cuenta muchas empresas sin ética prefieren tomar decisiones sin importar cuál sea el coste final para el ser humano o la sociedad y muchas veces sin importar cuánto se afecte el ambiente con tal de mantenerse en el mercado y ser una competencia. De ahí la importancia de analizar y reflexionar ¿qué es lo que vale más en mi acción?, ¿el beneficio o el costo?, ya que como futuro profesional probablemente estés a cargo de administrar un negocio o capital humano del mismo.

Ética y responsabilidad social en las organizaciones

Ser ético es tan importante como ser rentable. Hoy en día las empresas son éticas por razones personales, económicas y de calidad. Las organizaciones con personas íntegras tienen un importante activo, asimismo los valores éticos del equipo directivo favorecen su liderazgo natural y el ambiente de trabajo mejora.

Por tanto, a la ética en la empresa se le define como el conjunto de valores, normas y principios reflejados en su entorno y cultura para alcanzar una mayor sintonía con la sociedad y permitir una mejor adaptación, en condiciones que supone respetar los derechos reconocidos por la sociedad y los valores que ésta comparte, ya que las empresas y la sociedad interactúan entre sí. Una conducta ética permite hacer frente a un entorno difícil y puede convertirse en una ventaja competitiva.

Si la ética establece los principios que definen las actuaciones, la responsabilidad social se preocupa por las consecuencias que esas actuaciones empresariales pueden tener sobre la sociedad en general o ciertos grupos en particular, por lo que la organización tiene la obligación de actuar responsablemente. También puede establecerse como una alianza social, es decir la capacidad de la empresa de trabajar en conjunto con la comunidad a favor de un propósito.
Las acciones de la responsabilidad social deben enfocarse en primera instancia hacia los propios empleados.

Una empresa es socialmente responsable cuando se integra al desarrollo social y a la cultura de una comunidad, pero también cuando la organización potencia la relación con su público interno, ya sea a través de mejoras en el ambiente laboral o permitiendo el desarrollo y entrenamiento de cada uno de sus empleados.

No se pueden ejecutar acciones sociales con la comunidad, sino se garantiza un ambiente laboral digno, respetando las diferencias sociales, igualdad de género, así como el desarrollo profesional de quienes laboran en la empresa, motivándolos a superar las metas el trabajo.

En el contexto internacional, las empresas multinacionales han de establecer un pluralismo ético. Por ejemplo en Estados Unidos, casi todas las empresas tienen un código ético, se han incrementado las penas por delitos ecológicos, los consumidores están más atentos al comportamiento de las empresas, el acoso sexual está tipificado como delito y las instituciones públicas velan más por los mercados financieros. El creciente grado de globalización está generando una homogeneización de necesidades y gustos que parece apuntar hacia una futura unidad ética en todos los países.

En el enfoque socioeconómico, los administradores siguen buscando maximizar el bien, pero a largo plazo, es decir transformar los problemas y necesidades sociales en oportunidades de negocios rentables. Los defensores de la responsabilidad social sostienen que el mercado valora a la empresa responsable y, a largo plazo, las acciones aumentan de valor.

En definitiva los valores éticos colocan a la empresa en una posición de ventaja competitiva. Responsabilidad social significa, al igual que la ética, distinguir entre lo correcto e incorrecto.

La responsabilidad social tiene una gama de aspectos, muchos ambiguos en lo que concierne a lo que es correcto o incorrecto. La gerencia de manera cotidiana debe cuestionarse si la empresa debe exigir que en sus operaciones en todo el mundo se cumplan las normas de seguridad al mismo alto nivel, aun cuando las leyes en otros países impongan estándares menores.

En las organizaciones, el deber de la gerencia es hacer elecciones y emprender acciones que contribuyan al bienestar y los intereses de la sociedad, así como de toda la organización, no se debe pasar por alto que ésta la constituyen aquellos con quienes las empresas están obligadas. Puede ser difícil comprender conceptos como el de responsabilidad social, ya que las personas tienen diferentes creencias acerca de cuáles son las acciones que pueden incrementar el bienestar social. Sin embargo, en la medida que los medios de comunicación aumentan su cobertura y las organizaciones no lucrativas y grupos de interés ejercen mayor presión, las organizaciones se interesan más en las cantidades de dinero que dedican a ser más responsables socialmente.

Si dos empresas tienen una intensa competencia, ¿será socialmente responsable que la corporación más poderosa haga que la más débil se declare en bancarrota o acepte una fusión obligada?

Existen algunas empresas que se declaran en quiebra y suspensión de pagos, lo cual es perfectamente legal, pero con el fin de crecientes obligaciones financieras, con proveedores sindicatos y competidores.

Las controversias de las empresas, que se suscitan sobre la responsabilidad social se encuentran en torno a las siguientes preguntas:

¿Responsabilidad con quién?
¿Sería correcto que los administradores consideraran los intereses de los trabajadores, clientes y ciudadanos en general, sobre los intereses de accionistas?

Desde una perspectiva de la responsabilidad social, las organizaciones consideran el entorno de la empresa como una variedad de los grupos de interés.
 Las controversias que se suscitan sobre la responsabilidad social se encuentran en torno a este tipo de consideraciones.

En las organizaciones, tanto la responsabilidad social como la ética en los negocios centran su atención en “el deber”. Aun cuando existen diversos enfoques sobre la responsabilidad social, se deben considerar dos de las perspectivas fundamentales que te servirán para visualizar en lo personal, cuál es su perspectiva del problema y la forma en que podrías interactuar de manera efectiva, con aquellos que optan por tomar otras decisiones siguiendo una perspectiva diferente:

1. Eficiencia

Para este tema, resulta relevante el analizar los planteamientos de Milton Friedman. Hace cuatro décadas se refirió a la responsabilidad social en uno de sus artículos publicados en 1970, en el New York Times, en donde señaló que la “única” responsabilidad social de los gerentes es aumentar al máximo las utilidades obtenidas por la empresa para sus accionistas, destacando además que el comportamiento socialmente responsable es más propio de las personas que de las organizaciones. Dicha aseveración le ha causado diversas críticas de otros economistas, que al analizar los planteamientos de Friedman la denominan como “La empresa narcisista”.
 Según la perspectiva de Friedman, los gerentes o administradores no están obligados a actuar en beneficio de la sociedad si al hacerlo no maximizan el valor para los accionistas. Un ejemplo sobre la postura de Friedman, respecto a que los gerentes o administradores nos están obligados a actuar en beneficio de la sociedad si al hacerlo no maximizan el valor para los accionistas, sería el siguiente: la utilización de filtros para evitar la contaminación ambiental, sólo deberá llevarse a cabo si ello maximiza la riqueza de los accionistas. No importa si dicha acción beneficia o cumple con las expectativas de un grupo pequeño de activistas. En ese contexto los gerentes o administradores no son responsables de poner en marcha ninguna clase de actividades. De hecho, si son costosos tienen la responsabilidad de no implementarlos, si con ellos no incrementa la riqueza de los accionistas.
 Por lo anterior, resulta desde una perspectiva de la eficiencia, imposible para los gerentes o administradores, incrementar la riqueza de los accionistas y al mismo tiempo intentar satisfacer todas las necesidades de la sociedad. En todo caso sería responsabilidad del gobierno cobrar impuestos y gastarlos en cubrir las necesidades sociales.
 Por otro lado, cuando se es dueño de su propio negocio y tú mismo es quien lo administra la mejor forma de que satisfaga sus propios intereses consiste en atender las necesidades de la sociedad. Si los grupos de interés que representan el bienestar social demandan que un artículo se produzca dentro de ciertas normas de cuidado ambiental y de seguridad, entonces, realizarlos atendiendo dichas normas será en beneficio de los intereses del propietario, ya que de lo contrario seguramente los clientes preferirán el producto de alguno de sus competidores.
 Casi siempre por empatía, es muy probable que los consumidores, compren algún producto fabricado por una organización que tenga valores sociales ampliamente compartidos y profundamente arraigados, de manera que a los negocios siempre les convendrá incorporar dichos valores en sus operaciones y productos.
Los críticos de la perspectiva de la eficiencia, argumentan que los clientes y la sociedad en general no exigen medidas de seguridad o protección ambiental, sino hasta después de que las empresas han ocasionado daños serios y visibles. Por ejemplo, Velásquez (2006) señala que la sociedad podría tener valores sólidos respecto a no contaminar el agua y no originar problemas sanitarios. No obstante, si las consecuencias de contaminar un río no son visibles y la salud de las personas no se altera de inmediato, es posible que la presión social, para que la organización ajuste sus acciones a los valores sociales, no surja sino hasta varios años después.
 La eficiencia de un empleado o de una empresa, va enmarcada en un contexto como en la mayoría de las organizaciones (según su tamaño), la cual se caracteriza por la separación que hay entre los accionistas y los administradores, en ella tanto el gerente o administrador y su equipo de trabajo, deben ser lo más eficientes y generar utilidades de acuerdo a la planeación y proyección que se tenga contemplada para su crecimiento, al mismo tiempo que se cumple con las reglas básicas de la sociedad (tanto las asentadas por ley) como las consideradas de forma implícita en el tejido empresarial, de ahí que este término (eficiencia) y el de responsabilidad social suelan mantener cierta distancia.

2. Responsabilidad social

Una conducta socialmente responsable de las empresas puede contribuir a establecer bases para una mejor convivencia social y mayor gobernabilidad en naciones en desarrollo, como México.
 A partir de la elaboración de las directrices de Naciones Unidas sobre la protección al consumidor y después de la incorporación del tema a la legislación en distintos países, se logró validar y otorgar un peso institucional significativo a los consumidores y la sociedad. Frente a las demandas para tener un comportamiento responsable, las grandes empresas comenzaron a tomar en cuenta las dimensiones éticas, ambientales y sociales porque impactan en sus negocios a largo plazo.
 La conducta socialmente responsable de una empresa, se puede ver desde dos perspectivas:

Perspectivas
De la responsabilidad social  De la eficiencia

El argumento de la perspectiva de la responsabilidad social estriba en que la sociedad es la que permite la existencia a las empresas, por ende, las empresas tiene responsabilidades y obligaciones con la sociedad en su conjunto, no sólo con los accionistas:

Perspectiva de la eficiencia Sostiene que el gerente o administrador es socialmente responsable de maximizar el rendimiento para el accionista.
Perspectiva de la responsabilidad social Sostiene que es socialmente irresponsable si sólo maximiza la riqueza de sus accionistas y no retribuye su compromiso a la sociedad, ya que éstos no son los únicos responsables de la existencia de la empresa.
Por lo anterior, los gerentes o administradores deben además defender y considerar también los intereses legítimos de los otros “socios”, que son los individuos o grupos de intereses en una organización y que, por ende, son afectados por las acciones de ésta. Tal grupo incluye:
➲ Clientes
➲ Empleados
➲ Financieros
➲ Proveedores
➲ Comunidades
➲ La sociedad en su conjunto
➲ Accionistas

Actores importantes en la organización al momento de considerar intereses:
Clientes:
➲ Son quienes pagan las cuentas mediante el ingreso que aportan.

Accionistas:
➲ Desde la perspectiva de los costos, son los proveedores del capital de riesgo y no sólo los propietarios.
➲ Son merecedores de un rendimiento razonable sobre capital que ponen en riesgo aunque no se les concede el rendimiento máximo por no ser los únicos responsables de la existencia de la empresa.
➲ Maximizar el rendimiento de estos actores significaría disminuir el rendimiento a otros socios.

Dichos criterios se ajustan para formar la actitud de la responsabilidad social de la empresa. Los administradores y la organización, por lo común, están involucrados en varios problemas al mismo tiempo y cada vez se considera que las responsabilidades éticas y discrecionales de una empresa son tan importantes como los aspectos legales y económicos.

En cuanto la ética de los negocios y la responsabilidad social de la organización no hay conceptos universales y los debates generales respecto a éstos han estado presentes durante generaciones, por lo que el propósito de este tema, no es el de encontrar una solución a las controversias que se generan, sino que se trata de examinar los supuestos y la lógica de las perspectivas estudiadas. De existir una varita mágica como en los cuentos de hadas, que permita a los administradores hacer frente a los desafíos, habría poca necesidad de individuos brillantes y capaces, además no habría mucha emoción en los retos de ser un buen gerente o administrador.

Este tema te permitió evaluar tus propias perspectivas, recuerda que debes estar preparado cuando surjan situaciones en que se aluda a la esfera de lo ético o de la responsabilidad social. Tal vez entonces sea menos factible que la presión del momento te lleve a realizar acciones que quizá llegues a lamentar después. Además te permite ser empático con individuos con una cultura ética diferente e interactuar con ellos.

Códigos organizacionales de conducta

Visualiza el siguiente video que explica sobre los códigos de ética "EXPLICAMOS™ Código de Ética. Publicado el 15 feb. 2013":

Ética Profesional en la Administración

En nuestra sociedad existen muchos principios aceptados de lo que es correcto e incorrecto, los cuales son universalmente reconocidos y también están codificados en leyes.

Leyes que gobiernan la responsabilidad de producto Rentabilidad de la empresa La conducta ética va más allá de los límites de la ley Problemas éticos


 Por ejemplo, en el área de los negocios existen leyes que gobiernan la responsabilidad del producto (Ley Federal de Protección al Consumidor), los contratos y el cumplimiento de los mismos (Código Civil), la protección de la propiedad industrial (Ley de Propiedad Industrial), la conducta competitiva (Ley antimonopolios) y la venta de valores (Ley de Mercado de Valores). El quebrantamiento de estas leyes no sólo va contra la ética, sino que también es ilegal.

En esta asignatura se sostiene que la meta primordial de los administradores, es la aplicación de estrategias que maximicen la rentabilidad a largo plazo y el crecimiento de las utilidades de la empresa, sin pasar por alto el deber y la ética profesional. Por ello, los administradores deben actuar dentro de la ley cuando traten de maximizar esa rentabilidad de la empresa. Como se ha visto en esta unidad, existen administradores que quebrantan la ley y otros que se aprovechan de las no pocas ambigüedades y claroscuros de nuestro sistema legal. Todo ello con el fin de emprender acciones que en el mejor de los casos son legalmente sospechosas y siempre claramente no éticas.

Es importante comprender que la conducta ética va más allá de actuar dentro de los límites de la ley. Por ejemplo, la empresa Nike tiene fábricas en países en vías de desarrollo en las que se explota al trabajador al producir zapatillas destinadas a los consumidores de los países desarrollados. Aunque la empresa no quebranta ninguna ley por usar mano de obra barata y tampoco sus subcontratistas, muchos consideran según los estándares del mundo occidental, que no es ético explotar la fuerza laboral. En esta sección se examina la importancia de una ética en las organizaciones, así como la importancia de que éstas tengan un código de ética que regule las actividades de los administradores como líderes de la organización y las medidas que pueden tomar para asegurarse de que las decisiones estratégicas para maximizar utilidades no sólo sean legales, sino también éticas.

Los problemas éticos a los que se enfrentan los administradores abarcan una amplia gama de temas. Sin embargo, la mayoría de ellos se suscitan debido a un conflicto potencial entre las metas de la empresa o de los administradores y los derechos fundamentales de interesados importantes, es decir, accionistas, clientes, empleados, proveedores, competidores, comunidades y el público en general. Los interesados tienen derechos básicos que se deben respetar y no es ético violarlos.

Has revisado los temas relacionados con los deberes, vocación y capacidad profesionales, es momento de reflexionar sobre la discapacidad profesional, esto se refiere a aquellos que se ostentan como expertos o diestros en alguna actividad, pero que en realidad carecen de las habilidades y destrezas necesarias para llevarla a cabo.

Sería importante reflexionar, desde el contexto de la ética profesional, sobre las siguientes cuestiones:

➲ ¿Cómo afecta en el contexto laboral, no contar con capacidades profesionales?
➲ ¿Cuáles son las consecuencias de no cumplir con sus deberes profesionales?
➲ ¿Qué relación guardan la capacidad profesional y el cumplimiento de los deberes en tu familia y en tu comunidad?

Códigos de ética y moral

La ética profesional se representa por medio de los llamados códigos de ética implementados dentro de toda empresa u organización. Éstos son los instrumentos que compilan en un solo lugar un conjunto de normas de ética profesional. Comúnmente los códigos se tratan como leyes que corresponden al campo del derecho y no al de la moral. Los códigos morales son instrumentos, documentos redactados y publicados por alguien que tiene autoridad (no política) que lo hace competente en ese campo y ante ciertas personas. Por ejemplo: una asociación profesional puede formar comités de ética a los que se reconoce como autoridad y a los que se les encarga definir los criterios orientadores para todos los integrantes del grupo.

Los códigos de ética son instrumentos establecidos por el interés de un grupo en particular, para orientar las acciones morales de sus integrantes en un determinado sentido. Idealmente contienen criterios para orientar la acción más que para controlarla. Los criterios contenidos en un código de ética deben indicar los mínimos exigibles al profesional, cuya violación será signo de falta de profesionalismo. También debe incluir criterios que expliciten los bienes y valores que justifican y dignifican el oficio.

El código de ética profesional tiene que ser particular, ya que responde a las situaciones frecuentes o importantes para una profesión.

Los principios mínimos que deben contener los códigos de ética empleados en el ámbito profesional son:
Confiabilidad.- Resultado de la honradez, integridad y lealtad de las acciones.
Respeto.- Fundamentado en los derechos de las personas y referidos a los derechos humanos y laborales.
Responsabilidad.- Regula la conducta en relación con promesas y expectativas.
Equidad.- Entendida como corrección y justicia de las acciones, observando los procesos debidos y la imparcialidad respecto todos los involucrados.
Cuidado.- Para hacerse cargo del bien de las personas para llevar la acción ética más allá de los límites del mínimo cumplimiento de las disposiciones de justicia y evitar daños.
Ciudadanía.- Que como mínimo implica la obediencia a la ley y el respeto del entorno, incluido el ambiente.
Estos principios de largo alcance pueden aplicarse en situaciones concretas dentro de la administración de una empresa u organización.

Los instrumentos del código de ética no pueden influir en la actuación de las personas, pero sí pueden incluirse en las conductas cuando forman parte de un entorno de reforzamiento de la conducta ideal.

Son muchas las ventajas internas y externas que se pueden lograr siendo éticos y aplicando, mediante un código de ética, esas normas y valores que permiten mejorar en el cumplimiento de los objetivos o propósitos de la empresa u organización, y además atraer una serie de beneficios externos que lograrían la diferencia en el mercado y sus competidores.

Por ejemplo:
1. Confiabilidad
2. Aumento en ventas
3. Posibilidad de modificar hábitos de consumo
4. Mejorar la imagen
5. Aumentar visibilidad
6. Lograr la diferenciación entre sus competidores
7. Mejorar las relaciones públicas
8. Contrarrestar publicidad negativa
9. Generar empatía
10. Lograr lealtad

Cada empresa u organización al aplicar la ética tendrá sus propios beneficios, dependiendo los objetivos que se propongan cumplir. Aplicar los códigos de ética en la profesión permite niveles altos de competitividad, lo cual significa dominar conocimientos científicos y tecnológicos. De alguna forma esto es verdad, ya que contar con conocimientos es una de las características del profesional. Sin embargo, no es la única ni la más importante, pues lo que da sentido a la existencia de las profesiones es la búsqueda del bienestar del hombre en lo individual y en lo colectivo. Esto cobra importancia en la actualidad, cuando el hombre se ve rodeado por una visión altamente pragmática y utilitarista, donde lo más importante es la búsqueda del bienestar económico, lo que parece ser el objetivo de la sociedad.

El profesional se ha convertido en uno de los elementos más importantes de las empresas, al grado que en un futuro inmediato no será suficiente incorporar la visión tecnológica, ni mejorar la relación económica si no se incorporan valores en el manejo y conducción de las actividades de la empresa, en los que el profesional desempeñe una función primordial. La creación de profesionales donde la visión humanista no se contemple está destinada a fracasar.

Se puede contar con los avances científicos, pero sin los valores esenciales del hombre, ni las empresas ni los individuos se realizarían.  El profesional necesita incorporar en su formación científica valores éticos fundamentales que le permitan satisfacer demandas sociales, en su práctica, como el compromiso personal y social. Sus acciones deben ser orientadas por los valores dirigidos a ayudar a la sociedad, al ambiente y a ellos mismos.

Ética en la toma de decisiones en las organizaciones

Fases del proceso de toma de decisiones en el ámbito organizacional

En primer semestre, revisaste la importancia de la toma de decisiones en diversos ámbitos de tu vida, también conociste los pasos para la toma de decisiones: establecimiento de metas y objetivos específicos, identificación y definición del problema,  establecimiento de prioridades, consideración de las causas, búsqueda y desarrollo de soluciones alternas, selección de solución, instrumentación y seguimiento. Todas las personas que trabajan en las organizaciones deben elegir entre dos o más alternativas, es decir deben tomar decisiones.

Existen diversos modelos que representan las fases del proceso de toma de decisiones, en todos ellos existe un acuerdo en lo que se refiere a las fases del proceso, lo que difiere es la metodología empleada. Para describir el proceso de toma de decisiones en el ámbito organizacional, se describirá el esquema de Robbins Coulter (2000), a partir del ejemplo de Guillén Parra (2006).

De acuerdo con este modelo el proceso de toma de decisiones se define como el conjunto de pasos que permiten diagnosticar un problema o aspecto sobre el que hay que tomar una decisión, diseñar alternativas para su solución, elegir la mejor alternativa y asegurarse, o controlar, que la decisión tomada ha sido correcta.

El lugar de la ética en la toma de decisiones

Si se observa el proceso de toma de decisiones dese al ámbito de la racional científico-técnica o instrumental, las decisiones serian mejores cuanto más se logre su objetivo o meta, con el menor gasto de recursos.

Si se observa el proceso desde el ámbito de la racionalidad de la acción en su conjunto, es necesario considerar la racionalidad ética junto a la racionalidad instrumental, pues la decisión la toma un ser humano y es una misma y única acción. Las mejores decisiones serán aquellas en las que se tome en cuenta que es una persona o grupos de personas las que deciden, tomando en cuenta la complejidad de variables y principios éticos.

Considerar la racionalidad ética en el proceso de toma de decisiones implica tener en cuenta los elementos constitutivos de esta dimensión humana (la ética) en cada una de las fases del proceso de decisión, tomar en cuenta si existe “intención” de hacer el bien con la acción que se va a realizar, siguiendo para ello las normas éticas que se desprenden de un juicio racional sobre las implicaciones de la decisión, poniéndolas en práctica nuestros valores éticos en circunstancias concretas.

La intención de hacer el bien, la rectitud de la intención, actuar honradamente, con la mayor calidad ética posible, deben estar presentes en todas las fases del proceso de toma de decisiones: al diagnosticar el problema, diseñando alternativas de solución, en la propia actuación y en la revisión de la decisión.

Cualidades éticas y los procesos de toma de decisiones

La aplicación de la ética en las fases del proceso de toma de decisiones se logra por medio de la aplicación de nuestras cualidades, normas y principios éticos, que ya revisaste en las unidades 1 y 2.


La norma ética conocida coma la regla de oro: “no hagas a los demás lo que no quisieras que te hicieran a ti”, es una de las normas éticas más conocidas y universalmente admitida, esta regla busca el bien propio y el de los demás. La forma en que se integra la regla de oro al proceso de toma de decisiones es la siguiente:

➲En la fase de diagnóstico: implicaría contar con información de todas las personas afectadas.
➲Diseño de alternativas: implica que las soluciones encontradas realmente contribuyan al bien común.
➲Fase de elección: el criterio tiene que ver con la fuerza de voluntad, los hábitos de carácter o virtudes, pues se requiere poner todo el esfuerzo para actuar del mejor modo posible.
➲Fase de revisión y control: vuelve a ser elemento básico, contar con información de todas las personas implicadas para la decisión tomada.

Olvidar esta regla de oro implicaría tomar decisiones poco conectadas con la realidad, teniendo en cuenta que en las organizaciones se trabaja junto a otras personas y al servicio de otras personas. Como consecuencia el olvido de la ética llevaría a la percepción de que no se cuenta con los demás, minando así la confianza de esas decisiones, se destruye la unidad organizacional y el sentido del equipo. Evidentemente, tomar buenas decisiones requiere contar con criterios claros y la suficiente sabiduría práctica para poder acertar.

Otros principios o normas éticas que se derivan de la regla de oro, son:

➲ La dignidad: todo ser humano con uso de razón es capaz de percibir su carácter único como persona, es la dignidad un valor absoluto, por tanto el principio o norma ética del respecto a la dignidad humana es un imperativo universal en la toma de decisiones.
➲ El respecto a la libertad de las conciencias: pues a todo ser humano con uso de razón, se le supone capacidad para discernir entre el bien y el mal, para un juicio práctico sobre lo ético.
➲ La primacía del bien moral sobre el bien útil: el que no todo lo que se puede hacer (capacidad técnica) se debe hacer (obligación ética). Esto que parece evidente, expresa la prioridad de la fuerza de la razón sobre la razón de la fuerza.
➲ El primer principio de la razón práctica o la primera norma ética acerca del bien: que lleva al ser humano a buscar y hacer el bien y a evitar el mal. Este principio es previo a la regla de oro y se apoya sobre la base de que se busca obrar bien. Este principio se desprende de la propia naturaleza del comportamiento humano, por eso es universal buscar el bien y evitar el mal.

Otras virtudes que tienen especial importancia en cada una de las fases en el proceso de toma de decisiones son:

1. En la fase de diagnóstico en la toma de decisiones, tiene especial relevancia la sabiduría práctica o prudencia que es la más importante en los niveles organizativos más altos. La virtud de la prudencia es a la vez intelectual y ética y tendría que ser un requisito para quienes tienen como trabajo resolver problemas.
Entre las virtudes requeridas en la fase de diagnóstico del problema, adquieren especial relevancia la objetividad, la prudencia, la fortaleza y la humildad que disponen al que decide para hacer lo mejor, en su sentido técnico y ético. La prudencia ayuda a acertar en los medios en orden a lograr los fines. La objetividad implica que el análisis de la situación no estará desvirtuado por la presencia excesiva de los sentimientos o deseos de quien decide; la objetividad no niega la necesaria presencia de la efectividad humana en la toma de decisiones, le da a los sentimientos la importancia relativa que les corresponde en este proceso. La virtud de la fortaleza facilita resistir las amenazas o debilidades y acometer las oportunidades haciendo uso de los medios con los que se cuenta; supone vencer dificultades, obstáculos y temores que pueden producir el descubrimiento de aspectos negativos en el análisis racional, y lanzarse a acometer su resolución.
La humildad es la virtud o cualidad humana que lleva al conocimiento propio, tanto del que decide como de la organización en la que se encuentra, admitiendo lo que se posee y aquello de los que se carece; lleva a valorar los recursos reales que se poseen, las fortalezas, y a reconocer las debilidades que se tienen.

2. En la fase de diseño de alternativas, hay dos virtudes que se cooperan. La magnanimidad y la audacia. La magnanimidad es el hábito de proponerse metas más altas, separando la magnitud de lo logrado de la referencia a uno mismo; un punto que conecta de modo aparentemente paradójico con la humildad, pues humildad no es el apocamiento en los medios o los fines sino contar con la realidad del conocimiento propio. La audacia es la virtud que dispone a acometer las metas altas, aun sabiendo que hay que superar limitaciones y carencias en las capacidades actuales. La virtud de la audacia conecta con la fortaleza, pues requiere “sacar fuerzas de flaqueza” para dar lo mejor de sí mismo. Audaz es quien hace lo que se ha propuesto, a pesar de lo alto de la meta y lo difícil del empeño.

3. Finalmente, en la fase de seleccionar una alternativa y su puesta en práctica, se menciona como tres virtudes. En la fase de elección son: la fortaleza, la constancia y la confianza. La fortaleza es la virtud para decidir superando el temor, la constancia es la virtud humana contra el cansancio y la confianza constituye la esperanza en que se logrará lo decidido. La confianza, como virtud ética, puede tener su razón de ser en el ámbito externo de quien decide, o en el ámbito externo; la confianza en un origen interno se habla de la virtud de la confianza en sí mismo, con un origen externo se habla de la virtud de la confianza en los demás. De este modo, la confianza es considerada como virtud ética requerida en el proceso de toma de decisiones.

4. En la última fase del proceso de toma de decisiones, la de revisión y control de la decisión tomada, las virtudes de mayor relevancia son las mismas de las de la fase de elección, pues en el concepto amplio del concepto de elección (llamado de mando) se incluye el control o la revisión de la decisión. En la medida en que el proceso de decisión es mejor en su dimensión técnica y ética, la necesidad de control externo, y sus costes asociados, se reducen.

Procedimiento para la toma de decisiones éticas

En la práctica, la consistencia y la objetividad de las decisiones éticas se pueden precisar a través de un proceso que consta de los siguientes pasos:
➲ Definir el asunto a resolver: Para ello se analiza el contexto del asunto, se determina a quién afecta, se solicitan diferentes puntos de vista para tener la certeza de que no se omiten datos, y se reflexiona sobre el conjunto de elementos considerados.
➲ Identificar los valores fundamentales: Se considera tanto el punto de vista de quién decide como el de la organización, de manera que resalten con claridad los componentes éticos que conllevará una decisión.
➲ Definir y valorar la estrategia para presentar la decisión: se logra analizando cuál es la mejor forma de manejar la decisión en cuanto a consenso y aceptación.
➲ Implementar la decisión: Dar a conocer a toda la organización la decisión, fundamentando puntualmente los elementos considerados en el proceso.
➲ Monitorear el impacto de la decisión: Dar seguimiento a las reacciones motivadas por la decisión, su nivel de aceptación y las consecuencias que genera.

Ética y el entorno organizacional

Entorno interno

Ser un administrador efectivo en una empresa u organización es una labor muy demandante, pero en la actualidad, se enfrentan desafíos muy particulares. La cada vez más alarmante contaminación industrial hace recordar que al destinar recursos, los administradores inevitablemente incurren en ventajas y desventajas, sin importar lo que hagan o dejen de hacer. El estudio de quién resulta y debe resultar beneficiado o perjudicado por una acción en particular, se denomina ética. Esta disciplina filosófica estudia también quién goza de derechos de cualquier índole. En un plano superficial, es relativamente fácil juzgar si una práctica empresarial es correcta e incorrecta en términos de ética. Lo complejo, en particular cuando las normas convencionales no son aplicadas, consiste en comprender los conceptos y las técnicas de la toma de decisiones éticas, para establecer juicios de orden moral más adecuados.

Desde el punto de vista meramente filosófico, la ética es la ciencia que estudia las actuaciones humanas en cuanto se relacionan con los fines que determinan su rectitud. En general toda ética pretende determinar una conducta ideal del hombre. Desde la perspectiva de la ética especial o deontología, que trata de los deberes impuestos al hombre según los distintos aspectos o campos en que se desarrolla su vida, es donde se puede ubicar su importancia en el desarrollo del ejercicio profesional de la administración de personal.

De esta forma, las normas éticas y morales sobrepasan las prohibiciones de la ley y el lenguaje de "no debes", e incluyen las cuestiones del deber y el lenguaje de "se debe y no se debe hacer". La ética se refiere al deber humano y a los principios en los que se apoyan estas obligaciones.

Todas las empresas tienen una obligación ética, en términos de normas y deberes, como simples reglas; y en términos de valores, como libertad, igualdad, solidaridad, respeto activo y diálogo.

La administración de personal, en consonancia con las directrices del ejecutivo principal y de los propietarios, debe promover la generación de tres elementos éticos fundamentales que permitan el desarrollo de los valores: la ética de la responsabilidad, la ética hacia el interés de todos y la ética de la organización.

La ética es relevante para todo individuo y, sin duda alguna, se encuentra inmersa en el ámbito empresarial. En cada decisión siempre deberá tomarse en cuenta la ética. Sin importar si se trata de negociaciones con los proveedores, los colaboradores o los competidores, la ética siempre deberá estar presente.

Existen más organizaciones que luchan por una transparencia en las actividades basadas en códigos éticos y el uso de Internet como herramienta de comunicación social. Las empresas deben considerar la ética como valor indispensable antes de actuar. “Sin valores sólidos existe el riesgo palpable al desastre de nuestra organización”.


Desafortunadamente, hay quienes ponen por encima de la ética y los valores, los resultados financieros sin darse cuenta que la ética profesional puede ser una fuente de ventajas competitivas, ya que mediante ella se pueden atraer clientes potenciales y colaboradores de primer nivel.

El comportamiento ético dentro de las empresas es de gran importancia para todos los integrantes de la misma: directivos, supervisores, niveles operativos, etcétera, ya que todos y cada uno influyen en la productividad organizacional.

La ética, como ciencia que estudia los actos morales, puede ser muy compleja, con numerosos enfoques y teorías, sobre todo, para los que desconocen el tema. Sin embargo, no por ello debe ser descuidada o menospreciada en la práctica empresarial. Generalmente, un trabajador será productivo cuando esté motivado.  En esta motivación influyen numerosos factores, mismos                    que son atendidos por los directivos de la empresa, pero no en su totalidad. Para que exista una motivación plena, el trabajador debe sentirse satisfecho en todos los aspectos, incluyendo el aspecto moral.

Cualquier persona que labore en una empresa, independientemente de su posición jerárquica, puede experimentar insatisfacción cuando algunas actividades, políticas o toma de decisiones las perciben como “poco éticas”.

En varias ocasiones, se ha escuchado a diversas personas, la expresión: “No es justo, tal persona llega tarde y a los demás nos descuentan del sueldo o nos castigan”, “si le falta dinero al cajero, tiene que pagar el faltante, pero si sobra no dicen nada y se quedan con él”, “qué puedes esperar del gerente, si sobornó a los del sindicato para que firmaran el contrato”. Se podría seguir listando un sinfín de ejemplos que cotidianamente desmotivan a los trabajadores y, con ello, disminuye la productividad.

Asimismo, es muy probable que la insatisfacción individual influya en el clima laboral y, con ello, la desmotivación se generalice produciendo resultados negativos para la empresa.

Otro aspecto importante en que influye la ética es la toma de decisiones. Un directivo puede tomar un sinfín de decisiones rutinariamente, sin embargo, pocas veces se cuestiona sobre el efecto benéfico o perjudicial que pueda tener la decisión en otras personas, ya que generalmente se atiende sólo a los objetivos de la empresa. Lo anterior no significa que no deben atenderse los intereses de la empresa, sino que deben tomarse las decisiones con otro enfoque.


Es por ello, que el directivo debe considerar la prudencia, responsabilidad, visión, autocontrol, etcétera, en su toma de decisiones y no solamente el aspecto cuantitativo de la misma, si producirá ganancias u oportunidades de crecimiento a la empresa, sino también las repercusiones que puedan tener en los trabajadores. De esta forma, en una negociación, se buscará el beneficio de ambas partes, en condiciones de equidad; o en un plan de reorganización de la empresa se pretenderá prescindir del menor número posible de empleados u orientarlos hacia otros trabajos.

Un efecto muy importante y tangible del comportamiento ético dentro de la empresa, son los costos y gastos. ¿Qué sentido tiene gastar en los controles de asistencia, como reloj, tarjetas, supervisión, entre otros, si en caso de una inasistencia el mismo trabajador informará de la situación al responsable?

Entorno externo

Un aspecto más en que influye en el comportamiento ético es la reputación o imagen, además de la individual, la de la empresa. Cuántas veces se ha oído, incluso dicho: “no hagas tratos con él, es muy corrupto”, “mejor no entre a trabajar en esa empresa, tratan muy mal al personal y si no eres amigo del gerente, te pagan menos”, “con él no tienes problema, es muy recto en sus tratos”, “no compres en esa empresa, a cada rato te dan gato por liebre en lo que venden o viene con menor peso”. Con lo anterior, se podría inferir la importancia que tiene la reputación en una empresa o individuo. Tal vez un excelente trabajador que desee colaborar en la empresa se desmotive ante la reputación y prefiera laborar con la competencia.

También ayuda a fortalecer a los líderes empresariales, porque en los líderes que actúan correctamente, sus subordinados perciben a alguien que hace bien las cosas, que no busca perjudicarlos y, por tanto, que vale la pena apoyarlo en todo. 

Cuando una empresa o individuo tiene un comportamiento ético, estará generando confianza en los demás. La confianza es un factor indispensable para lograr un trabajo armónico en cualquier empresa. Si un trabajador tiene confianza en su jefe, estará seguro de que las decisiones que éste tome serán en beneficio de todos, y cuando el jefe confía en su subordinado, estará seguro que pondrá su mejor empeño en las actividades encomendadas. Con base en lo anterior, se puede afirmar que el comportamiento ético produce enormes beneficios para la empresa y los trabajadores. Con ello, se puede lograr la lealtad de los empleados y los clientes hacia la empresa.

La ética es indispensable para lograr rentabilidad en los negocios, ya que éstos se hacen con y para personas. Por ello, es un error llevar la interacción estrictamente al enfoque del beneficio provechoso para el que se considera más fuerte.

La competencia es cruda y para lograr el éxito, se implementan diversas estrategias de impacto para la sociedad. Esto en ocasiones asemeja una guerra en la que el cliente es la primera víctima y la empresa con un administrador cinética la segunda.

La honradez en la organización es una de las exigencias del hombre y, por supuesto, de los clientes. En la competencia empresarial aplica la estricta visión de la ética. No se debe olvidar que el entorno en que se desarrolla la empresa influye enormemente en ella. La Educación forma ciudadanos mejores y si además se logra estimular la creatividad, innovación, espíritu emprendedor se obtienen sociedades positivas; que forman parte de empresas que con el uso de nuevas tecnologías de la información y comunicaciones permiten su inserción a nivel mundial.

Para profundizar en este tema, revisa el artículo: La ética en las organizaciones y el desarrollo local, de Francisco González Cruz, publicado por la Universidad del Valle del Momboy.

Cierre del contenido

En esta unidad analizaste la importancia de la ética en las organizaciones así como que la responsabilidad social de las empresas implica para la organización, una seria consideración del impacto de sus acciones en la sociedad. De igual forma, la sensibilidad social es el establecimiento de una relación entre las operaciones políticas de una compañía y las condiciones sociales que enfrente; de tal manera que tanto la compañía como la sociedad resulten beneficiadas. La determinación de las relaciones apropiadas entre las diversas organizaciones y la sociedad no es una tarea fácil, además de lo cual se puede argumentar a favor o en contra de la participación social de las empresas. Sin embargo, muchas compañías privadas y otras organizaciones han hecho esfuerzos muy serios para establecer condiciones que beneficien por igual a los individuos, las empresas y la sociedad.

Durante esta unidad revisaste que en las organizaciones, los administradores y los gerentes operan en un ambiente complejo, este ambiente les afecta, aunque en cierta medida también ejercen influencia sobre el mismo, con sus acciones y liderazgo.

Asimismo en su toma de decisiones diarias, deberán considerar las condiciones económicas del ambiente: capital, fuerza de trabajo, niveles de precios, políticas de calidad, las necesidades del cliente, pero sobre todo, el beneficio a los individuos de la sociedad, por lo que, a raíz de la globalización, en las organizaciones se deben conocer las condiciones sociales prevalecientes en un país.

Por último es importante resaltar en la organización la promoción de las normas éticas y la sugerencia de institucionalizar las mismas, a fin de que impere la cordialidad y la confianza como fundamento de las relaciones humanas.

Fuentes de consulta

Guillen Parra, M. (2006). Ética en las organizaciones Pearson Prentice Hall. Madrid.
Franklin, E. y Krieger, M. (2010). Comportamiento Organizacional: enfoque para América Latina. Ed. Prentice Hall – Pearson.

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